sábado, 4 de junio de 2011

Rutinas

Rotas las noches por tu nombre que en la soledad de la oscuridad se me cruzaba entre mis caóticos pensamientos como una estrella fugaz que a su paso dejaba vestigios de ti, de lo que un día quizás vivimos. Una y otra vuelta, la cama parece tan pequeña… todo es vacio alrededor. Te imagino y la rabia me invade, los pies están fríos. Nada, es lo que hay más allá de esto. Pero si me doy media vuelta y lo miro desde el otro lado me dan ganas de luchar. Poco a poco me va invadiendo el sueño, no está mal después de haber pasado más de dos horas que no me han llevado a ninguna conclusión pues los rayos de sol que me despertarán mañana serán la señal de un nuevo día igual que el de ayer.