sábado, 1 de mayo de 2010

entre las sábanas

Abres los ojos, la cama está deshecha, como si alguien hubiera dormido en ella aparte de ti, pero cuando consigues incorporarte y recordar lo que hiciste anoche, te das cuenta de que dormiste sola, de que hubieras preferido tener resaca y no acordarte de nada de lo que paso, ni del porque él ya no está a tu lado. Las sábanas todavía conservan su aroma, la habitación está más vacia que nunca y la foto de la playa de Mallorca ha cobrado vida en tu cabeza. Sólo puedes recordar los momentos buenos que habeis vivido, los malos que habeis superado y todo para ver como otras personas han conseguido alejarte de algo que empezo sin espectativa de futuro, y ahora no puedes imaginarte ese porvenir sin él. Tu mirada esta clavada en la tercera lámina del parqué, sientes que algo te impide volver la vista hacía otro lado, estás paralizada por el miedo, abrazas la almohada mientras una lágrima resbala por tu pálida mejilla, decides cerrar los ojos para no seguir viendo todo aquello que te recuerda a él, como si de esa manera puedieras desaparecer y borrar ese dolor que te atraviesa el pecho y te corta la respiración.