sábado, 27 de febrero de 2010
Hoy paseaba por la calle, distraída, mirando al infinito y sin un pensamiento definido, cuando algo llamo mi atención, algo no muy agradable la verdad. Era un hombre gritándole a una mujer, no importa la relación que estos tuviesen, no parecia una conversación entre personas. En una discursión parece que se quedó la cosa por lo menos la parte que me tocó ver, pero en realidad algo me hizo intuir que no seria así. Esto me dio que pensar mientras caminaba por la cera rumbo a la universidad en un tema tan escabroso como el de la violencia, ya no en lo referente al maltrato femenino sino a todo lo que esta palabra puede abarcar. De repente toda la rabia que tenia guardada para mí salió como si de un volcán en erupción se tratase y ello es lo que me ha llevado a escribir estas líneas con las que se supone que me tengo que conformar. No entiendo el concepto de superioridad de unos e inferioridad de otros, todos dice la Declaración de los Derechos Humanos somos iguales: niños que mayores, hombre que mujeres, blancos que negros, animales que personas...no hay distinción alguna pues somos seres vivos. Esta mezcla de sentimientos que estalló en mi interior me hizo recapacitar sobre otro tema: las drogas. Como puede haber gente que consuma drogas que aumentan la agresividad, cambian el carácter y a veces hasta las consecuencias de estas asustan. El mundo definitivamente se ha vuelto loco...no se que será lo próximo.
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